Dicen los expertos que “tenemos que pasar tiempo con nuestros hijos”. Tiempo de calidad, dicen además. Pero, ¿qué es calidad? Se supone que es estar presente. Dejar el móvil a un lado y centrarnos en ellos. Mira que yo lo intento, eso de aparcar el móvil. Pero teniendo un negocio que está dando sus primeros pasos, cuesta. Y mucho.
Luego está Papá Súperman (en mi caso), el cuál es otro niño en potencia. Se planta el disfraz de pirata y a jugar se ha dicho. Si grabara todas las historietas que hacen con los playmobil, ya te digo yo que daba para una serie o película. Porque… menudos culebrones de aventuras con amores y desamores, con peleas al estilo oeste, desafíos y persecuciones en coche que se marcan. Eso cuando no juegan a las familias en la mansión. Historias de familia que de repente se trasforman al más puro estilo de “El Padrino”. En fin. Que a mi la imaginación no me da para tanto o quizá es que he perdido a mi niña interior por el camino. Porque yo eso de sentarme en el suelo e inventar historias así… pues no. Yo soy más de dar mimos.

Así que en casa yo tengo clavada en la frente la etiqueta de “la mala” porque luego soy yo la que va dando “órdenes” para que recojan. La que cocina, porque si lo hace Superpapá podemos intoxicarnos. La que duerme a la peque y la que da mimos y abrazos cuando se caen. Al final cada uno tiene un rol en su familia.
Los días que están bien, jueguetonas, amorosas y con buena actitud es maravilloso. Pero luego están esos días en los que te arrepientes de no habértelas comido cuando eran recién nacidas. ¿No te ha pasado nunca que cuando estás sin tus peques tienes unas ganas locas de verlos y cuando pasas tiempo con ellos hay días que quieres salir corriendo?
Que mezcla tan extraña esto de la maternidad. Pasar tiempo con tus hijos VS salir corriendo. Yo hay días que de verdad no puedo. Cogería maletas, cerraría puerta detrás de mí y a correr. Y oye, que tenga que ser lo que tenga que ser. Porque hay días que esa paciencia “infinita dicen” que tenemos las madres pues, si, se agota. De infinita mis coj****. Perdón por los modos. Pero es que es así.

Los días en los que me paso más tiempo recogiendo y ordenando que disfrutando de ellas, se me hacen cuesta arriba. Y estoy deseando que lleguen las 10:00 de la noche para que haya silencio cuando duermen. ¡Uy!10:00 de la noche he dicho, sí, sí, claro. Doy gracias sí a las 11 ya están en la cama. Pero luego no te pienses que se levantan tarde no, no, a las siete arriba. Bueno, que te voy a contar que tú no sepas.
Cuéntame, ¿a ti también te pasa que tienes días con ganas de pasar tiempo con tus hijos y días que quieres salir corriendo?
Te leo en los comentarios. 👇🏻